El 28 de junio de 2019, después de 20 años de negociaciones, el MERCOSUR y la Unión Europea (UE) acordaron una asociación que marca una nueva era en las relaciones entre ambos bloques; lo cual, incluye compromisos sobre comercio, cooperación y diálogo político y crea un mercado de 778 millones de habitantes.
En el plano comercial, la UE se compromete a liberalizar el 92% de las importaciones provenientes del MERCOSUR; mientras que, el bloque sudamericano, liberará gradualmente el 91% de las importaciones europeas. Con la entrada en vigor del acuerdo, el MERCOSUR pasará a tener tratados de libre comercio con 23,5% del PBI global (hoy es tan sólo del 1,4%).
En 4 años, a partir de la entrada en vigor del acuerdo, la UE estará aplicando la mitad del arancel promedio actual mientras que el MERCOSUR reducirá su arancel promedio a la mitad recién en 9 años.
El acuerdo brindará certidumbre legal y mejorará el clima de negocios, aumentando el atractivo de los países miembros del MERCOSUR como destino para la IED (Inversión Extranjera Directa).
En términos sectoriales, el acuerdo abre oportunidades para mejorar el acceso al cerrado mercado europeo de bienes agrícolas y podría contribuir a fortalecer las cadenas de valor y aumentar la competitividad de las economías del MERCOSUR.
El acuerdo contempla las asimetrías entre los países del bloque, especialmente, a partir de un esquema de liberalización gradual, sobre todo de los sectores más vulnerables del MERCOSUR, con hasta 15 años de plazo para la eliminación total de aranceles. Estos tiempos otorgan un período clave para que los complejos productivos del MERCOSUR puedan adaptarse a las nuevas reglas y hacer frente a la mayor competencia externa.
Se contempla, así mismo, la importancia de las Pequeñas y Medianas Empresas (PyMEs) que representan gran parte del entramado productivo de la región, a partir de disposiciones específicas tendientes a facilitar su integración en las cadenas globales de valor; especialmente, a través de la reducción de las barreras de información y asistencia técnica, protegiendo su participación en las contrataciones públicas, con medidas de facilitación de comercio que generan fuerte impacto en las empresas de menor porte, entre otras.
Más allá del tamaño del acuerdo, para el MERCOSUR significa un paso clave en su demorada agenda externa que mostraba un importante letargo. La capacidad de concluir este acuerdo debería otorgar renovada credibilidad al MERCOSUR en sus negociaciones en curso con Canadá, EFTA, la República de Corea y Singapur.
ACCESO A MERCADO: PRODUCTOS DE INTERÉS PARA LA REGIÓN CUYO
– Productos cuyo arancel estarán en 0% a la entrada en vigor del acuerdo: manzanas, peras, duraznos, cerezas, ciruelas, frutos secos, pasas de uvas, uvas de mesa, maní; especias, bebidas (agua mineral, cervezas, espirituosas). A modo de ejemplo, las uvas ingresan, actualmente, con un arancel NMF (Nación Más Favorecida) de 14,4%.
– Productos que entran en canasta de desgravación, de 4 a 10 años: conservas de hortalizas, plantas y tubérculos alimenticios; frutas cítricas (limones, naranjas y mandarinas), frutas finas (arándanos y frutillas), preparaciones alimenticias y pastas, golosinas, mermeladas, jaleas y otras preparaciones en base a frutas.
Es importante considerar que el MERCOSUR otorgó acceso libre de aranceles a los bienes industriales europeos en 90% de sus exportaciones hacia el bloque, incluyendo sectores, tradicionalmente, protegidos. Esto pondrá presión sobre las empresas del MERCOSUR para competir en el mercado regional con las empresas europeas; pero, por otro lado, contribuirá a fortalecer las cadenas de valor y a aumentar la competitividad de las economías del MERCOSUR, a través de un acceso a precios más competitivos a insumos y bienes de capital, de mejoras derivadas del cumplimiento de normas de calidad y técnicas y de las reglas de acumulación de origen que permitirán que un bien final pueda ser considerado como producido en el bloque y acceda a las preferencias arancelarias, incluso, cuando sus insumos y su producción se hayan distribuido entre el MERCOSUR y la Unión Europea
El acuerdo contempla la creación de mecanismos para asegurar que las medidas sanitarias y fitosanitarias y normas técnicas no se conviertan en barreras innecesarias al comercio y promover una mayor convergencia en regulaciones y estándares técnicos. El MERCOSUR y la UE se comprometen a trabajar, colaborativamente, para intervenir rápidamente frente a emergencias en relación al comercio de productos agrícolas o pesqueros, intercambiar información rápidamente, garantizar la transparencia, consultas técnicas, controles y certificaciones.
Fuente:
iadb.org
cancilleria.gob.ar