EFTA MERCOSUR

El 16 de septiembre de 2025, en Río de Janeiro, el MERCOSUR y la Asociación Europea de Libre Comercio EFTA, integrada por Suiza, Noruega, Islandia y Liechtenstein, concretaron la firma de un acuerdo comercial integral que marca un antes y un después en la política de inserción internacional del bloque. Se trata del primer tratado de libre comercio con países desarrollados, que abarca no solo el intercambio de bienes, sino también servicios, inversiones, compras públicas, propiedad intelectual y sostenibilidad.

Tras ocho años de negociaciones y 14 rondas, el tratado contempla disciplinas modernas y de alto estándar, incluyendo comercio de bienes y servicios, inversiones, medidas sanitarias y fitosanitarias, contratación pública, desarrollo sostenible y solución de controversias.

Para la Argentina, el acuerdo significa acceso preferencial a mercados de alto poder adquisitivo, con más del 97% de nuestras exportaciones beneficiadas. EFTA eliminará de inmediato los aranceles industriales, mientras que MERCOSUR aplicará reducciones graduales de hasta 15 años. Las concesiones agrícolas superan incluso a las obtenidas con la Unión Europea, destacándose mejoras en carne, maíz, miel y vinos.

En lo político, se trata del primer acuerdo integral del MERCOSUR en el siglo XXI, lo que fortalece la proyección internacional del bloque y lo posiciona como un socio confiable en negociaciones globales.

OPORTUNIDAD PARA LA ARGENTINA

En lo económico, Argentina se beneficia de un histórico superávit con los países de EFTA, USD 6.400 millones entre 2015 y 2024, así como de la fuerte presencia inversora de Suiza, quinto país inversor en nuestro país.

Gracias a su esquema de entrada en vigor escalonado, conocido como aplicación “por pares”, el Acuerdo MERCOSUR – EFTA permitirá que las preferencias comerciales comiencen a aplicarse de manera bilateral desde 2026, a medida que cada Estado Miembro complete su proceso de ratificación parlamentaria. Esto significa que bastará con que un país de cada bloque notifique su ratificación para que, tres meses después, se activen las ventajas arancelarias entre ese binomio. Este mecanismo ofrece a las empresas argentinas la posibilidad de acceder tempranamente a beneficios en mercados de alto poder adquisitivo, consolidando nuevas oportunidades de exportación, atracción de inversiones y fortalecimiento de las cadenas de valor regionales.